La enigmática y desconocida Kerman.


Cuando visitas Irán, antigua Persia, en tu mente resuenan ciudades como Teherán, Yazd, Isfagan o Shirazd, esta última famosa por su vino, que debido a la prohibición musulmana de beber vino en el país, no pudimos catarlo, tendremos que visitar Australia ya que este preciado caldo rojo, es exportado mayoritariamente a ese país. 

Pocas veces se escucha el nombre de Kerman fuera de Irán, esta ciudad situada al este, cercana a la frontera con Afganistán, es una ciudad antigua, ciudad de ciencias, de política, pero sobre todo de cultura, ligada a la historia de esta tierra, la historia de Dario I el Grande, cuando era una de las satrapias* de los Aqueménides.

Cercano a esta ciudad se encuentra el desierto de Dasht e-Lut, en el que se han registrados las temperaturas más altas de la Tierra, casi 66ºC, para que luego me queje del calor de verano en  Zamora.

Este desierto está formado por unas extrañas y curiosas montañas, que debido a la erosión y a los fuertes vientos del verano han creado formas en el relieve montañoso. Aunque no visitamos este desierto, si pudimos admirar desde nuestro autobús los sorprendentes montículos llamados Kaluts, aunque para verlos bien, es necesario hacer una excursión por este famoso desierto (Lo dejaremos para la próxima visita e incluso podremos dormir bajo el cielo estrellado del desierto dentro de una tienda)


Pero Kerman es mucho más que desierto, su gran bazar es el más grande de Irán, va desde la plaza Arg, hasta la plaza Moshtaq. Cada una de las secciones del bazar se levantó durante el mandato de un gobernante distinto en la ciudad, es famoso en todo el mundo por sus únicas características. 

El charsoq* Ganjali Kan tiene unos 400 años de antigüedad y une dos de las calles principales de la ciudad, las más concurridas por los habitantes del lugar. Tiene el techo decorado en estuco y, en algunas partes de pinturas al óleo. 

Cada  uno de los bazares tiene sus propias edificaciones como mezquitas o baños públicos. 
Nosotros visitamos Jameh Mosque o mezquita del viernes, así es como se conoce a la mezquita más grande de la ciudad, donde los fieles acuden a rezar. El viernes es el día más importante de la semana para los iraníes,  como si fuese nuestro domingo, por esa razón la mezquita del viernes, cuenta con más fieles que el resto de la semana.
Esta mezquita fue construida en 1349, y es famosa por su magnifico mihrab* y las decoraciones de azulejos en mosaico. 




Kerman cuenta con 700.00 habitantes, con un clima excesivamente seco y con grandes tormentas de arena en primavera por su cercanía con el desierto. Pudimos constatar la sequedad del clima en nuestras fosas nasales y las mucosas labiales, puesto que nos tocó adquirir un cacao de aloe vera (fantástico) que alivió las grietas producidas por el viento en los labios.

Pero hay un edificio anexo al gran bazar, que nos llama especialmente la atención, su  caravanserai* perfectamente conservado, a lo largo de todo el viaje disfrutaremos mucho más, de estas magnificas construcciones.


Dentro del caravanserai,  artesanos y comerciantes trabajan en sus pequeños talleres: plata,  cobre, tejidos, pintura, etc...


Por supuesto yo no me voy de aquí, sin un maravilloso cuaderno con cubiertas de piel, y que deberé escribir al revés, como cualquier persa (esto será complicado).




Contentas con nuestras compras de artesanía y antes de comer, visitamos una típica tetería dentro del Gran Bazar con música iraní en directo. 

La amabilidad del dueño, los músicos,  la gente que descansaba allí, que no le molestó el ruido que hicimos al llegar y el delicioso té iraní, endulzado con los pirulís amarillos de azúcar, hicieron de este momento de descanso, un agradable recuerdo de nuestro viaje por Kerman.


Al salir de la tetería, realizamos una pequeña visita por el interior del Gran Bazar, observando con detenimiento cada detalle, cada mirada, cada gesto de los habitantes de esta ciudad. 





No faltaron las fotos, que muy amablemente nos pedían hacerse con el grupo, orgullosos de que visitasemos su país.

La hora de la comida llegó, y abandonamos el bazar para ir a un restaurante tradicional en la misma ciudad, no sin antes adentrarnos en el caótico y a la vez organizado tráfico de hora punta. 


Disfrutamos de una comida iraní, donde las típicas berenjenas tradicionales acompañan junto con el arroz todos los platos de esta cocina, no faltaron el kebab de cordero, el pollo, la sandía, los dulces y por supuesto el té.
 

Con el estómago lleno regresamos al hotel y hacemos un descanso, el calor de esas horas no es recomendable para seguir conociendo Kerman.

Ya descansados, nos acercamos a conocer los depósitos de hielo; Yakhchal, así es como se les llama en persa a estas casas en forma de cucurucho. Yaskh, significa hielo y chal, foso, literalmente es un foso de hielo. Estas construcciones de cúpula cónica y paredes de ladrillo y barro secados al sol, eran usadas por los iraníes para almacenar el hielo y refrigerar los alimentos. Este método arquitectónico de producción de hielo y conservación de alimentos utilizaba la refrigeración por evaporación. El uso de estos depósitos de hielo se remonta a los años 440 a.C, pero existen referencias históricas de su uso mucho antes. Se cree que los mongoles, griegos, romanos utilizaban esta técnica, pero ninguna tan sofisticada como la de los persas. 

El alemán Ernest Hoslter (telegrafista y fotógrafo) en 1870, los describió  de esta manera: "Había multitud de Yakhchal para enfriar el agua, algunos de ellos eran de uso privado. Sin embargo, los pobres también podían usar el Yakhchal, para enfriar las aguas. Sorbetes y frutas eran conservados con hielo en todas las tiendas. Grandes trozos de hielo eran llevados por burros y vendidos en toda la provincia. En Isfahan, la gente podía comprar hielo en el bazar o directamente en el edificio del Yakhchal".


Al lado de este último depósito de hielo perfectamente bien conservado, se encuentra la biblioteca de la ciudad. Los jardines muestran esculturas contemporáneas y pasear entre ellas, hace que el atardecer se convierta en un momento mágico. Incluso disfrutamos de recuerdos de nuestra infancia, mezclándonos con las esculturas. 



El final del paseo coincide con el encendido de las luces de la ciudad y la puerta de la biblioteca, se convierte de repente en lo más fotografiado por todo el grupo.



Después de este paseo por el Kerman más cultural, regresamos a nuestro hotel para cenar y descansar.  Mañana seguiremos explorando esta interesante región.



Textos ✍🏼 y fotografías 📷: María Carrión 💫



Sígueme en próximas entradas sobre Irán en Aspirante Antropóloga 😉

*Satrapia: nombre que se dio a los gobernantes de las provincias de los antiguos imperios medo y persa, incluyendo la dinastía Aqueménida y sus herederos.

*Charsoqs: Son intersecciones que comunican unos bazares con otros.

*Mihrab:  nicho semicircular u hornacina en la pared de las mezquitas, que indica la dirección de la Kaaba (casa sagrada) en la Meca, hacía donde debe dirigirse la oración. 

*Caravanserai: (caravansar en castellano) es una antigua edificación surgida a lo largo de los principales caminos donde las caravanas que hacían largos viajes por los desiertos (comercio, peregrinaje, militares)  podían pernoctar, descansar y reponerse del viaje, tanto viajeros como animales, donde podían custodiar sus mercancías. Fueron los pioneros de los hoteles  y hostales de carretera. En Oriente medio se les llama por su nombre en persa "Khan". Fueron piezas claves en las rutas comerciales a través de Ásia, norte de África y Europa suroriental, especialmente a lo largo de la ruta de la seda. Permitían el intercambio de personas, bienes e información. Se encontraban a lo largo del Camino Real Persa, una antigua carretera de 2500 Km de longitud, que se extendía desde Sardes a Susa, los Caravanserais distaban unos de otros, unos 30 km entre ellos, y se levantaban  a lo largo de las diferentes rutas que unían los diversos puertos y ciudades importantes de Asía Menor. En la época Selyúcida, la famosa ruta de la seda, no transcurría por la península, se utilizaron para potenciar el mercado y la economía interior. Heródoto escribió: "Ahora, las verdaderas causas de la carretera en cuestión son las siguientes: hay estaciones reales a lo largo de toda Turquía, Persia, Azarbaíyan y Armenia"

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