Las Médulas. Unas minas a cielo abierto que cambiaron la orografía de esta zona Berciana.

La mina de oro de las Médulas modificaron la reorganización de todo este territorio, que pasó de ser un paisaje agrario, con actividad campesina, a estar condicionado a las exigencias de la explotación minera.


Las Médulas estaban  ocupadas por comunidades agrarias que habitaban en castros, independientes y autosuficientes. Explotaban su territorio dentro de una economía doméstica. 

Estaban compuestas de varias familias, en cada castro había una familia que se dedicaba a la producción de objetos de metal (bronce, hierro). El metalúrgico era el artesano especializado que suministraba las herramientas necesarias para los demás integrantes de la comunidad. Las intercambiaba por productos agrarios. 

Todos los castros de la población formaban una unidad, la comunidad-castro, que se hacía visible en el paisaje por medio de la muralla que circundaba cada asentamiento.

La conquista romana provocó cambios radicales en la zona, que supusieron el final de las comunidades castreñas* y la disolución de sus relaciones sociales. Algunos asentamientos sufrieron de forma violenta la llegada de Roma, como el castro de Borrenes, cuya muralla fue derribada antes de que el poblado empezase a ocuparse.

Roma organizó los territorios y la zona de las Médulas quedó incluida dentro del Convento Asturum* dentro de la provincia Hispania Citerior*.

En el año 15 d.C, el edicto del Bierzo de Augusto, cuatro años después de la conquista, refleja la profunda y la eficacia de las medidas que se adoptaron.

La civitas*, se convirtió en la nueva unidad de referencia con valor territorial, administrativo y fiscal. Los núcleos de población, sobre todo los rurales, podían quedar englobados en ella.

El asentamiento de Orellán, fue la mayor representación de asentamiento productivo. Su trabajo permitió excedentes agrarios y artesanales. En el asentamiento se desarrollaba una importante actividad metalúrgica, además de una importante explotación agrícola.  

La puesta en marcha de la actividad minera, dio lugar a una alteración total de las formas de ocupación del territorio de la zona de las Médulas, se abandonaron los castros prerromanos y surgieron nuevos asentamientos caracterizados por la jerarquización.  

Estas nuevas formas de desigualdad social quedaron plasmadas en la diferenciación de asentamientos, un núcleo residencial controlaban a través del gobierno de las civitas, tanto la mano de obra como el pago de tributos al estado. 

El Imperio Romano  explotó el oro de Las Médulas y de otras minas del noroeste de Hispania a los largo de los siglos I y II de nuestra era.

Las Médulas se encuentran en un entorno impresionante, formado gracias al resultado de las explotaciones auríferas romanas, esta mina está considerada como la mayor mina a cielo abierto de todo el Imperio Romano. 

El trabajo de ingeniaría realizado para extraer el oro, alteró el todo el entorno, dando lugar a un paisaje de arenas rojizas, cubierto por robles y castaños fantasmagóricos 

El valor del oro a lo largo de la historia ha dependido de su papel en la sociedad. Durante el Imperio Romano, el oro convertido en moneda (aureus) junto con la plata (denarius) sirvió de patrón para el único sistema monetario que se impuso en torno al Mediterráneo. 

El oro simbolizó también el poder político, Roma y los emperadores utilizaron la moneda como propaganda de las virtudes y la fuerza del Imperio Romano. 



Plinio el Viejo, fue el administrador de las minas y asegura que se extraían al año, cerca de 20,000 libras de oro, aproximadamente. 1.635.000 kilos. 

El sistema utilizado, era ruina montium. El agua de los riachuelos de montaña se canalizaba y embalsaba en la parte superior de la explotación, la montaña de horadaba con una cuidadosa red de galerías, soltando el agua a través de ellas.


Los romanos comenzaron a buscar oro para abastecer las arcas del Imperio Romano, y llegaron aquí, no por azar, sino movidos por la abundancia de agua, la pendiente para usar la fuerza hidráulica y las pendientes hacía el río Sil que se podía utilizar como desagües. 

Inundaban las galerías y la fuerza del agua hacia en resto, deshaciendo la montaña y arrastrando la tierra hacia los lavaderos. Se estima que 300 Km de canales bordeaban la montaña, construidos excavando el terreno con un sistema de compuertas, para canalizar y almacenar el agua. 

La crisis política y económica de comienzos del Siglo III de nuestra era, hizo que la moneda perdiera su valor y se metalizase, las minas de oro de Hispania dejaron de explotarse al perder su valor estratégico.

✍🏼 Texto y 📷 fotografías: María Carrión 

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*Comunidades Castreñas: Son los poblados fortificados conocidos como castros (de la forma latínizada castrum), de los que toma el nombre, no obstante se desconoce el término original en lengua indígena para definir a los castros. Se desarrolló durante la Edad de Hierro, sobre un fuerte sustrato indígena directamente ligado al periodo del  Bronce Final Atlántico (1200-700 a. C.) el cual se vio pronto mezclado con elementos europeos desde esta edad de bronce. A este componente precastreño se sumaron influencias culturales europeas atlánticas, y, en menor medida, mediterráneas. Se cree que los castros se fueron extendiendo de sur a norte y de la costa hacia el interior por ser los castros meridionales y costeros. Esta cultura se desarrolló a continuación durante dos siglos y comenzó a ser influenciada por la cultura romana  desde el siglo II a. C., continuando en forma de cultura galaico-romana después de la conquista y hasta los siglos III o incluso IV.

*Convento Asturum: fue una división judicial romana, "conventus", de la provincia Tarraconense, creada entre los imperios de Augusto y Claudio, y fue uno de los territorios incluidos por Caracalla.

*Hispania Citerior:  efímera provincia Nova Hispania Citerior Antoniniana,  para pasar a formar parte con la reforma de Diocleciano de la provincia de Gallaecia.  Su capital era Asturica Augusta y a su frente estaba un  legatus iuridicus senatorial, designado por el emperador, pero sometido al legado de la provincia.

Sus límites coincidían con los del pueblo prerromano de los astures y, aunque no están suficientemente claros en toda su extensión, estos comprendían los actuales territorios de las provincias españolas de león, Asturias, la mitad occidental de Zamora y la mitad oriental de Lugo y Orense,  así como la región portuguesa de Tras os Montes. Su nombre proviene de la antigua instalación de los astures en dichos territorios.

*Civitas: Espacio ciudadano que construyen social y culturalmente la ciudad, a partir de sus intersubjetividades y ciudadanía. 



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