Conociendo Lima a través de su cultura

Nuestro segundo día en Lima comienza con un buen desayuno, para seguidamente continuar conociendo la ciudad que un día vio nacer a Vargas Llosa o Chabuca Granda.

             

Lo primero que hacemos es dirigirnos a conocer el oro de Perú, situado en el barrio de Miraflores, mismo distrito que nuestro hotel. 

Llegar hasta aquí es todo un reto, con un tráfico caótico y sin apenas señales, que tampoco servirían para nada, porque aquí los conductores obedecen a la ley del más intrépido. Nuestro conductor no se queda atrás, porque si lo hace, no saldría jamás de los atascos. 

Así que a ritmo de pitidos, coches atravesados en autovías llenas de desniveles, que más que barreras para disminuir la velocidad, parece nos hemos montado en el trenecito de una montaña rusa por la cantidad de botes que damos dentro del microbús en el que viajamos, y no es de extrañar porque hasta el nombre que aquí le han dado, le viene que ni pintado "rompemuelles". Al final conseguimos llegar sanas y salvas. 

Hoy en día este museo es una inmensa colección privada, en manos de la familia de Miguel Mujica Gallo. 

Este museo de divide en dos partes: la de armas de todo el mundo, unas 20.000 piezas de diversas épocas y países. Alguna de ellas han pertenecido a personajes históricos, como las espadas del conquistador de Perú, Francisco Pizarro e incluso cuenta con alguna de Napoleón, Zares de Rusia, Simón Bolívar y hasta armaduras de antiguos samuráis.

Pero lo realmente interesante desde mi punto de vista, es la colección de objetos de oro de culturas preincas de la parte norte de Perú, compuestas por máscaras funerarias de la cultura Lambayeque*, piezas textiles, cerámica, ornamentos femeninos y masculinos de oro y un largo etc... 

Pero más interesante aún son las momias y cabezas de ofrendas originales, que antiguamente eran conocidas como "cabezas trofeo"

Es todo un lujo para cualquier persona la visita a este museo, pero principalmente para los que amamos la antropología, aquí disfrutas como un niño con un juguete nuevo.

Te pierdes entre las estanterías, entre los pasillos abarrotados de tesoros, entre los cuadros colgados sobre las paredes oscuras del museo, entre las momias.

Te das cuenta del significado de la historia, de la cultura, de las tradiciones, de los rituales y te sientes pequeña ante tanta muestra de erudición. 

Y piensas en lo que hemos progresado algunas veces, y no tanto otras, de lo que nos han dejado nuestros antepasados, de los errores cometidos y de los que volveremos a cometer, pero siempre dejando una huella que nos cataloga como humanos, así vamos quemando años, siglos, épocas pero sin olvidar nunca nuestro pasado, porque sin historia no seriamos nada más que seres inertes sin memoria.

Llama la atención las manifestaciones funerarias de la cultura Paracas*, como los fardos funerarios.

 Los cuerpos de los difuntos eran colocados en posición fetal encogidos sobre una canasta o envoltorio. Alrededor del cuerpo se encontraban ofrendas, vestidos usados, alimentos, algunas veces acompañados de mate, retazos de tela o vestidos bordados con motivos religiosos, placas de oro y un largo etc...

Sobre este cuerpo se colocan varias capas de algodón, para poder transportar el bulto con mayor rapidez, los sacerdotes colocaban piezas de cerámica y otros utensilios cerca del difunto y eran colocados en cuevas subterráneas. 

Los mantos funerarios estaban representados por seres míticos y motivos simbólicos con formas geométricas que tenían sentido artístico y espiritual. Los mantos más antiguos datan de hace 3000 años y se conservaron gracias al clima seco de la región y a la no exposición al sol.

Las fotografías pertenecen al propio museo, ya que no está permitido hacer fotos en el interior del edificio.

Después de esta magnífica muestra cultural, nos acercamos a Barranco, un popular distrito limeño, que inicialmente fue poblado por pescadores. 

Más tarde ricos terratenientes lo convirtieron en balneario para los veraneantes de Lima, donde se edificaron ranchos y casonas que emulaban estilos europeos.

          

Por su lejanía de la ciudad tuvo la necesidad de un transporte, y fue el tranvía el que se instauró en este barrio. 

Ahora el lugar está invadido por zopilotes, una especie de buitres, llamados comúnmente gallináceas que dejan toda la zona llena de excrementos en cada lugar cercano a toda la vía férrea del tranvía.



Cuenta una leyenda popular que un grupo de pescadores salió a faenar, era invierno y la neblina cubría toda la costa, estuvieron desorientados varias horas, sin saber dónde estaba el puerto pesquero, hasta que a lo lejos vieron una luz brillante que los guio hasta la orilla, esa luz era una cruz y desde ese día se convirtió en lugar de peregrinación. 

A mediados del S. XVIII, en ese mismo sitio se levantó una iglesia de adobe y quincha* por Caicedo, un panadero casado con una devota de la cruz que allí se veneraba.

Durante la Guerra del Pacífico* en 1881, la ermita fue incendiada y saqueada por el ejército chileno. Más tarde fue reconstruida gracias a donaciones y colectas públicas.

En 1940 un terremoto asoló la costa de Lima y volvió a destruir la ermita y la zona monumental del barrio.

El 1955 la ermita fue declarada monumento histórico, pero incluso hoy en día pasados más de 70 años la ermita no se encuentra en su mejor momento y todavía se pueden observar las obras de reconstrucción que allí se están ejecutando.

Es uno de los lugares más concurridos por la variedad de bares, restaurantes, discotecas y el mayor impulsor del pisco*, obligatorio probar, aunque en algunos lugares el sabor es tan fuerte, que con uno que bebas ya es suficiente.

Pero este barrio también es conocido por su "Magia Barranquina", una esencia de su pasado y su ambiente bohemio.

Y allí nos encontramos con el monumento de Chabuca Granda, una de las más grandes compositoras peruanas y conocida por "La flor de la Canela" que muchos otros autores han versionado. 

Esta escultura se encuentra junto al caballo de paso peruano, cercanos al puente de los Suspiros, ya que en 1960 dedicó una canción con el título "El puente de los Suspiros"

Aunque nada tiene que ver este puente de los Suspiros con el famoso puente veneciano, aquí el nombre le viene por el lugar donde las parejas se reúnen para pasear y demostrar su amor.

                         

La hora de comer llega y nuestra visita por el distrito termina precisamente al lado del Pacífico.

Donde seguiremos saboreando las ricas delicias peruanas, probaremos la causa*, un plato típico de la cocina limeña que nos sirvieron en Cala, un precioso restaurante al lado de la costa.

La tarde la dedicamos para pasear por el distrito de Miraflores, en el que nos alojamos, donde se encuentran el parque del amor, parque Kennedy, para hacer algunas compras, cambiar euros a soles y disfrutar de la tarde como cualquier ciudadano limeño.


A la hora de la cena bajamos paseando hacia la costa, donde disfrutaremos de uno de los enclaves más bonitos y nostálgicos de Lima, la Flor Náutica. 

La cual pudimos hacer fotos desde el parque del amor, el día que llegamos a Lima, pero la noche limeña nos deja unas fotos increíbles sobre este mágico lugar .

Un  precioso restaurante que como si fuese un barco penetra en este extenso Océano Pacífico.

El sitio es estratégico, pero la cena lo es aún más y seguimos degustando la cocina peruana, en esta ocasión nos sorprenden con un excelente carpacho de pulpo, ceviche, ensaladas de la tierra y un delicioso postre.


Aquí al lado de este Océano Pacífico y en este bonito lugar nos despedimos de Lima.


Mañana será un día largo, tendremos que madrugar para coger el avión rumbo a Cusco, donde nuevas aventuras nos esperan.


Nos enfrentaremos a la altitud, por eso esta noche hemos empezado a tomar un diurético para no tener problemas con el soroche*, pero eso os lo contaré en próximas entradas.


✍🏼 Texto: María Carrión 💫

 📷 Fotografías: Museo del Oro de Perú, Upe 🌾 y María Carrión 💫


Sígueme en próximas entradas sobre Perú en Aspirante Antropóloga 😉

*La cultura Lambayeque: Esta cultura se formó a partir de la decadencia de la Cultura Mochica, de la que os hablé en la entrada anterior.  Asimilando gran parte del conocimiento y tradiciones culturales de éstos. La etimología de la palabra "Lambayeque" proviene de la Muchik, hablado en las costas del norte de Perú, se extinguió durante la colonización.

*La Cultura Paracas: Cultura reconocida a nivel mundial por sus finos tejidos y bordados, eran  expertos en el arte textil. Los tejidos eran de alta calidad, los mantos más finos llegaron a tener 500 hilos por pulgada cuadrada, en la actualidad los tejidos de algodón más finos tienen entre 180 a 200 hilos por pulgada. Utilizaron cinco colores principales y lograron 190 gradaciones de color, que obtenían de pigmentos minerales y vegetales. Usaban algodones, lanas de camélidos, plumas de aves exóticas de la selva, pelos humanos y vegetales, pero también el oro y la plata.

*QuinchaPared hecha de cañas, varillas u otra materia semejante, que suele recubrirse de barro y se emplea en cercas, chozas, corrales, etc...

*Guerra del Pacífico: Fue un conflicto armado que ocurrió entre 1879 y 1884 y que enfrentó a Chile contra los aliados Bolivia y Perú. Fue desarrollada en el  Océano Pacífico en el Desierto de Atacama y en las serranías y valles peruanos.

*Pisco: Es un aguardiente de uvas, producido en Chile y Perú,  elaborado fundamentalmente mediante la destilación del producto de la vid, como brandy y coñac, pero sin la prolongada crianza en barricas de madera.

*La CausaExisten diversas hipótesis acerca del nombre de este plato. Por un lado se ha sugerido que proviene del quechua, que significa "sustento necesario" y "alimento", o "lo que alimenta", como se le llamaba también a la papa. Este plato es tradicionalmente elaborado sobre la base de patata amarilla, limón, ají amarillo, huevo cocido y aceitunas negras, ingredientes a los que luego se les añadió palta (aguacate) para el relleno y la lechuga para la decoración. Esta preparación admite diversas variantes, como causa rellena de atún, trucha, pollo, marisco u otras variedades de carnes blancas. Se sirve con un ligero baño de  mayonesa.

*Soroche: El muchos lugares del mundo el sorche es conocido como mal de altura, yeyo o mal de montaña. Se siente en grandes alturas debido a la falta de altura y el enrarecimiento del aire. Puede manifestarse con síntomas como: dolor de cabeza, fatiga, agotamiento físico, trastornos del sueño, náuseas, vómitos, trastornos digestivos, agitación, falta de apetito, disnea súbita nocturna con sensación de ahogo. En los casos más graves puede causar edema pulmonar y edema cerebral de altitud. Estos síntomas desaparecen al descender. Suele ocurrir a partir de los 2.400 m. de altitud, hasta la denominada zona de la muerte a los 8.000 m. de altitud. Todo esto es debido al oxígeno disponible para sostener la atención mental y psicológica. Con la altitud disminuye la disponibilidad de oxígeno, nitrógeno y también la densidad. La deshidratación debido a una pérdida acelerada en forma de vapor debido a la altitud puede generar la aparición de los síntomas de soroche. Otra razón es la rapidez con la que se asciende, la altura inicial y la actividad física.  Para prevenir el soroche hay que ir subiendo de manera lenta y progresiva. En la mayoría de los casos los síntomas son temporales y usualmente se reducen conforme el cuerpo se va aclimatando al lugar. Por eso es muy importante seguir algunas  pautas que los expertos aconsejan: No comer alimentos pesados y dífiles de digerir, lo ideal es consumir hidratos de carbono, ya que estos al digerirse rápidamente aportan el azúcar necesario y combaten la fatiga, beber bastante agua para evitar la deshidratación, andar despacio, evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco.

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