Zeinodin Caravanserai. Un diamante en medio del desierto.

En la entrada anterior, trayecto entre Kerman y Yazd,  os comenté que tendríamos una sorpresa al llegar  Mehirz. 

En medio del desierto y como si de un espejismo se tratase, nos encontramos con un oasis de paz. Pero esta ilusión óptica es real, podemos hacer una parada y disfrutar de un rico té iraní en este caravanserai de Mehriz.

De estos establecimientos de hospedaje os hablé en la entrada sobre Kerman, antiguos alojamientos para las caravanas que cruzaban el desierto. 

A lo largo de la historia, varias dinastías persas establecieron estos complejos de servicios para dar bienestar en el camino a los viajeros. Pero fue la dinastía Safávida*. la que alcanzó su pináculo en la construcción de los caravanserais durante su imperio.

Generalmente eran de planta rectangular, pero existen dos circulares en todo Irán y uno de ellos es este precisamente, Zeinodin caravanserai, que se encuentra en la ruta de la seda, a unos 65 Km de Yazd.


Su construcción data del S. XVI y se realizó para servir como sede de reuniones entre Shah Abbas*, rey Safávida y Zeinodin Ganjali Khan, gobernador de Kerman.
Recibió el premio honorífico de la UNESCO por el uso de sus materiales en la reconstrucción. 


Cuenta una leyenda popular, que una noche Shah Abbas tuvo una pesadilla, según esta ensoñación el mundo se terminaría en el año 1000 AH, del calendario persa, en el calendario gregoriano sería el año 1591 a. C. 

Y ante este temor de no poder terminar su reinado, hizo el voto de construir posadas para los viajeros en el camino. Como su pesadilla no se hizo realidad, levantó 1000 caravanserais. 

Años más tarde Shah Abbas, decidió que el número 1000 no le gustaba, porque el número 999 representaba más su logro, así que decidió derribar uno de ellos para que la historia le recordase por la construcción de 999 complejos de hospedaje.

Con el tiempo muchos de esos caravanserais de Shah Abbas han sido derruidos, otros se han convertido en hoteles o áreas de servicio en las principales carreteras.

En la actualidad solo 54 siguen en pie, de los cuales 25 han sido restaurados. Una prueba de restauración es Zeinodin Caravanserai, en el que nos encontramos.

Lo primero que destaca es su plano circular, con cinco torres semicirculares, unidas a altos muros, que puedes apreciar mucho más subiendo a su azotea. Una de las cosas que más me llama la atención es su simetría (Tal vez sea el curso de fotografía, el que hace que me fije más en estos detalles)

Al entrar en este hospedaje, sientes la tranquilidad de estar en un sitio seguro, con grandes puertas de madera que aportan al viajero esa sensación de comodidad y hospitalidad.

Quiero que os fijéis en los llamadores de la puerta principal, estos detalles os los contaré en la entrada sobre Yazd. 

Entre el espacio interior y el patio se encuentra un hashti* y ambos lados salen los corredores, que en otros tiempos solían ser los establos, hoy en día convertidos en las habitaciones de los huéspedes.

En la actualidad, está preparado para alojar hasta 100 huéspedes. 

El pasillo abovedado de arcos de ladrillo, rodea todo el caravanserai provisto de estancias a ambos lados, separadas por gruesas cortinas de Termeh*  las cuales aportan al viajero una luz tenue y un descanso sobre colchones. 

La escasez de decoración en pasillos y estancias, le da un aspecto de austeridad, pero también de limpieza. La estructura de ladrillo enriquece el lugar. 


Las alfombras y  cortinas aportan intimidad al viajero, que pueden reponerse del calor y cansancio del camino.


Una vez en el interior del patio, se pueden observar doce Riwaqs*, cada uno de ellos, lleva el nombre de un imán. Todos ellos terminan en el Shahneshin*.
En medio de este patio se encuentra un pozo, principal suministro de agua de todo el complejo.


Dos escaleras al lado del patio conducen al techo del caravanserai, donde se puede admirar el desierto rodeado de montañas. E imaginando que hubiésemos dormido en este histórico lugar, podríamos observar la noche estrellada del cielo iraní, donde el silencio sería nuestro acompañante perfecto para disfrutar de este mágico lugar. Tendremos que volver y alojarnos por una noche, para sentirnos como verdaderos viajeros en el tiempo y envolvernos con la magia del lugar.

También desde aquí, se divisa otro edificio aledaño, utilizado para albergar animales y mercancía de los huéspedes alojados, aunque este no está rehabilitado.


Aprovechando esta parada, hacemos patria con nuestra seña bermeja, acompañante fiel  allá donde vamos.

Antes de irnos un último vídeo para documentar este precioso alojamiento, del que me voy enamorada, y con esta imaginación que tengo, hasta veo a personajes históricos alojados aquí. Puedo ver a Marco Polo escribiendo desde esta azotea todas las pericias que le ocurrieron en la ruta de la seda.



Textos ✍🏼 fotografías 📷y vídeo 🎥: María Carrión 💫



Os espero en próximas entradas sobre Irán en Aspirante Antropóloga 😉

*Dinastía Safávida: Fue la dinastía gobernante (1501-1736) de Irán cuyo establecimiento del chiismo Doceavo como religión estatal de Irán fue un factor importante en la surgimiento de una conciencia nacional unificada entre los diversos elementos étnicos y lingüísticos del país. Los safávidas descendían del jeque Ṣafī al-Dīn (1253-1334) de Ardabīl, jefe de la orden sufí de Ṣafaviyyeh (Ṣafawiyyah). Aunque la primera orden Ṣafavī era originalmente sunita, siguiendo la jurisprudencia de la escuela Shāfiʿī, gravitó hacia el chiísmo con el tiempo, quizás arrastrada por la veneración popular de ʿAlī. En el momento del cuarto líder de la orden, el jeque Junayd, se había convertido explícitamente en chiíta.

*Shah Abbas: Sah ‘Abbās I el Grande,  más conocido como Abbás el Grande,  fue Sah de Irán desde 1588 hasta su muerte y el más eminente gobernante de la dinastía Safávida.  Aunque Abbas presidiría la cúspide del poder militar, político y económico de Irán, llegó al trono durante una época problemática para este imperio. Bajo el mandato de su ineficaz padre, el país estaba sumido en la discordia entre las distintas facciones del ejército  que asesinó a la madre y al hermano mayor de Abbas. Mientras tanto, los enemigos de Irán, (Imperio otomano y uzbekos), aprovecharon este caos político para apoderarse de territorio. En 1588, uno de los líderes, derrocó al Sha Mohamed en un golpe de estado  y colocó en el trono a Abbas,con16 años de edad. Sin embargo, Abbas no tardó en hacerse con el poder.

*Hashti: En la mayoría de las casas y edificios tradicionales de Irán, es el espacio detrás del sardar (puerta). El término, que se deriva de la palabra iraní hasht u ocho, se refiere a su diseño como un espacio octogonal. Sin embargo, los hashtis se construyen en muchas formas diferentes, como diseños hexagonales, cuadrados y rectangulares. 

*TermehEl tejido de Termeh es una de las telas tejidas más delicadas y populares de Irán, tejidas con máquinas textiles tradicionales. Podemos decir con seguridad que el tejido de Termeh ha prevalecido en Irán desde principios de la época safávida y durante el reinado de Shah Abbas  ha florecido y convertido en una de las artesanías exportadoras de Irán; Sobre la historia y el origen de este arte, los investigadores no llegaron a un punto de vista común; Algunos creen que Termeh se originó en Irán y luego llegó a Cachemira, mientras que otros consideran que Cachemira es el lugar de nacimiento de este arte. Yazd y Kerman son ahora importantes centros de producción de Termeh.

*Riwaqs: arcadas, o galerías situadas en los laterales del patio central, muy propio de los patios de las mezquitas. 

*Shahneshin: Estancia principal o alojamiento VIP, que era ocupada por el Rey, Gobernador o personajes importantes, donde había otras cámaras anexionadas a ésta de inferior categoría, para los guardias y personal que les acompañaban. Hoy en día, destinado a la cafetería o comedor principal, en algunos de ellos a la recepción. Al norte del Shahneshin se encontraba una torre eólica que orientaba  el viento fresco hacía la cámara principal.

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